EL URANIO EN EL PERÚ

El uranio es considerado en el mundo como material estratégico debido a que sirve como materia prima para la elaboración del combustible de los reactores nucleares y de la bomba atómica. El Perú, que está en el inicio de su desarrollo nuclear, cuenta con apreciables reservas de uranio en su territorio. Sin embargo existe un largo trecho tecnológico entre el uranio natural y el combustible propiamente dicho.

El uranio natural está compuesto por 99.3% de uranio con peso atómico 238 y 0.7% de uranio con peso atómico 235. El elemento útil para mencionado combustible es el uranio 235 debido a sus propiedades de fisión que hacen posible la reacción en cadena. Para hacer posible la bomba atómica se requiere por ejemplo 250 Kg. de uranio enriquecido al 20% de uranio 235, mientras que esa masa (llamada masa crítica) disminuye a 17 Kg. cuando se trata de uranio enriquecido al 93%. Los reactores nucleares más potentes del mundo usan uranio enriquecido a más de 90%. El reactor que el Perú está construyendo en Huarangal usará combustible enriquecido al 20% de uranio 235. El enriquecimiento de 20% es el máximo permitido por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a los países que solicitan su asistencia técnica.

Las actividades que conciernen al uranio y la energía nuclear en el Perú son controladas por el Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN). El uranio enriquecido que necesitará el IPEN para el funcionamiento del reactor de Huarangal será importado (las técnicas de enriquecimiento de uranio son dominados por pocos países entre los cuales se encuentran los Estados Unidos, la Unión Soviética, Francia, China, Bélgica, España, Irán y probablemente Argentina), y su uso será controlado por el OIEA el cual presta asistencia técnica al Perú bajo el compromiso que esta sea usada para fines pacíficos.

El proyecto de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD) y el OIEA que han prestado asistencia al IPEN para que a partir de 1977 se inicie un proyecto de largo alcance de exploración de uranio en el Perú, han publicado un informe titulado “uranio fuentes, producción y demanda”. Según ese informe, en 1982 se delimitó el distrito uranífero de Macusani, en el departamento de Puno con una extensión de 600 km. cuadrados. En esta región fueron determinadas reservas de 500 toneladas de uranio.

La producción del uranio comprende además de la etapa de prospección de yacimientos, la extracción, la concentración y el refinamiento del mineral para, finalmente, obtener un metal o una sal que se utiliza para la fabricación de los combustibles nucleares. Según el informe PNUD/OIEA el IPEN plantea desarrollar un centro de producción de capacidad desconocida. Dado que el costo de la exploración entre 1977 y 1983 ha sido de 2´075,000 dólares, se requeriría implementar dicho centro para obtener los frutos del esfuerzo realizado.
En otro informe reciente, preparado bajo el auspicio de la Agencia del OCDE (Organismo de Cooperación para el Desarrollo Económico) para la Energía Nuclear y el OIEA, se señala que existen asimismo posibilidades de encontrar entre 6,000 y 1,000 toneladas más de uranio en el territorio peruano. Los descubrimiento han sido producto de numerosas expediciones realizadas desde 1953 en distintas regiones. Para obtener pruebas contundentes de la existencia de esas reservas se requiere implementar un programa adecuado. La misión que preparó el mencionado informe propone un programa de exploración cuya implementación costaría 10 millones de dólares en unos 5 años.
La producción del uranio peruano significaría el ingreso de varios centenares de millones de dólares. La falta de financiamiento tanto para el centro de producción de las 500 toneladas del uranio de Macusani como para la implementación del programa que rendiría las pruebas definitivas de la potencialidad uranífera del país, inquieta a los técnicos y profesionales que laboran en el IPEN, en la medida que su trabajo ha sido determinante en los mencionados descubrimientos y que su concertación significaría un incentivo para seguir trabajando por el futuro nuclear del Perú.
Los técnicos y profesionales del IPEN piensan en el uso del uranio como fuente de recursos económicos para implementar las aplicaciones nucleares pacíficas en los diversos campos de la vida. Trabajan igualmente con el deseo que el Perú obtenga a largo plazo una independencia tecnológica nuclear. Es cierto que las leyes especiales concernientes al uranio son debidas al carácter estratégico señalado al principio de esta nota. Es cierto también que cuando se dominan las aplicaciones pacíficas de la energía nuclear puede darse un paso relativamente fácil hacia las aplicaciones militares. Hay incluso quienes piensan que la mayoría de los países del Tercer Mundo tienen segundas intenciones cuando aceptan el control del OIEA para recibir la correspondiente asistencia técnica (ver por ejemplo el informe de Martine Bazrere, publicado en la revista La Recherche, de noviembre 1981).
Los técnicos, profesionales y científicos nucleares del Perú tienen confianza en la madurez de la nación respecto al uso de la energía nuclear y están dispuestos a seguir brindando sus esfuerzos por el desarrollo nuclear del Perú. En contraparte se requiere que el gobierno defina su política nuclear y en función de esta, se cote al IPEN de los medios necesarios para que supere la crisis por la que atraviesa “ver crisis del desarrollo nuclear en el Perú” La República del 4 de octubre).
ENFOQUE-Grandes firmas exploradoras apuestan por uranio en Perú *

- Motivados por el alto precio internacional del uranio, importantes compañías especializadas han aterrizado en Perú con el fin de explorar prometedores focos del recurso alternativo para generar energía limpia.
El precio de la libra de óxido de uranio aumentó en un año casi cuatro veces avivado por la demanda de construcción de nuevas plantas nucleares para generar electricidad, principalmente de la gigante China, una de las mayores consumidoras mundiales de materias primas.
El precio ha ido ganando terreno en el tiempo. En el 2000 la libra de uranio cotizaba a sólo 10 dólares.
Una de las firmas más agresivas en Perú es la canadiense Vena Resources (VEM.V: Cotización) (VEN.LM: Cotización), que anunció en enero una sociedad con Cameco Corp. (CCO.TO: Cotización), la mayor compañía de uranio en el mundo, para explorar en el sureste del país andino.
La fiebre también tocó a las canadienses Cardero Resources (CDU.TO: Cotización), Solex Resources (SOX.V: Cotización), Frontier Pacific Mining, Wealth Minerals y Strathmore Minerals (STM.V: Cotización), que buscan este metal también en el centro y norte de Perú.
La busqueda de uranio es novedoso en este país, importante por su producción de metales básicos y preciosos. Perú es el tercer productor mundial de cobre, de zinc y de estaño, primero de plata, quinto de oro y cuarto de plomo y molibdeno.
"Si el monstruo de la minería de uranio está interesado en Perú es porque ve un buen potencial", dijo a Reuters el presidente ejecutivo de Vena Resources, Juan Vegarra.
La compañía tiene en concesión miles de hectáreas de terreno en Macusani, en la región andina de Puno, una de las zonas más ricas de recursos de uranio en este país, según el estatal Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN).

BAJO COSTO
Hace dos años, el IPEN y Vena Resources firmaron un acuerdo, el primero de este tipo en el país, para compartir un estudio que realizó la institución en la década de 1980 y que detectó hasta 78 anomalías con uranio en Puno.
Vegarra dijo que cada anomalía mide unos 300 por 200 metros y la mineralización de uranio se encuentra casi en la superficie, lo que disminuye el costo de producción.
"Se estima que hay millones de libras de uranio en Puno y tenemos que confirmar para desarrollar. Nuestra socia Cameco va invertir 10 millones de dólares en la exploración", afirmó.
Según el IPEN, el potencial bajo el suelo de Puno asciende a unas 10.000 toneladas métricas de uranio, un tercio de todo el potencial de este recurso que tiene Perú.
Vegarra agregó que si hay éxito en la exploración, la firma planea realizar un estudio de factibilidad y construir una planta para producir concentrados de uranio, la cual puede costar entre 400 y 600 millones de dólares.
"Una vez que confirmemos varios millones de libras ya se puede pensar económicamente en el desarrollo. Se puede decir que en los próximos dos años podríamos pensar en un estudio avanzado de factibilidad", agregó.
"El concentrado U308 será para la exportación. Afuera lo refinan para utilizarlo en una planta nuclear", refirió.
En Macusani, donde opera también Solex Resources, se estiman reservas de 66 millones de libras con un costo de producción de 10 a 11 dólares por libra de uranio, según el presidente de la Asociación de Profesionales Nucleares, Francisco Vidarte.
El precio del uranio cotizó el viernes a 120 dólares la libra en el mercado de Londres.

DEMANDA GLOBAL
Según un análisis de la firma australiana Resource Capital Research, publicado en diciembre, hay 251 nuevos reactores nucleares en construcción, propuestos o planificados en todo el mundo; principalmente en China, Rusia, Estados Unidos y la India.
En todo el planeta existen 442 reactores nucleares en funcionamiento, refirió la firma.
Francia ocupa el primer lugar en el listado mundial de países con mayor uso de energía nuclear, según el Organismo Internacional de Energía Atómica, con sede en Viena.
En Latinoamérica, sólo Brasil, México y Argentina cuentan con plantas nucleares y Chile evalúa la posibilidad de desarrollar energía nuclear para cubrir su déficit energético.
El aumento de plantas nucleares coincide con la necesidad mundial de generar energía con un combustible limpio como el uranio, frente a la contaminación de otros como el petróleo o el carbón que producen el denominado gas de efecto invernadero.
"Hay un interés mundial para trabajar con energías limpias y uno de esas es la energía nuclear, dado que ésta no produce efectos contaminantes ligados al calentamiento global", dijo a Reuters el director ejecutivo del peruano IPEN, Iván Llamas.
"Por eso es que el precio del uranio se ha ido incrementando en el mercado internacional", agregó.
Llamas afirmó que en Perú hay otras zonas con potencial de uranio, como Bayóvar -rica en reservas de fosfatos- en el norte y la región Pasco en el centro del país.
"El uranio está presente en casi en todas partes de Perú, lo que se tiene que buscar son los lugares donde se hace rentable una explotación", dijo el funcionario.
Para Vegarra de Vena Resources, "mientras que el precio del petróleo siga subiendo o se mantenga en estos niveles, las fuentes de energía alternativas como el viento, el sol y el uranio serán las más ecomómicas".
*información obtenida del IPN (Instituto Peruano de Energía Nuclear)

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